Saga Hechicera - Última oportunidad (EPU VIII)
Annie
se subió a la loma del alto Vita a contemplar los campos de batalla de Malil.
Esta vez Jumler se enfrentaría de nuevo a los que osaron arrebatarle su
liderazgo en el plano.
-
¿Sigues en las sombras, Ytuki? – dijo la hechicera
Un
hechicero alto y delgado salió de la sombra de unas rocas detrás de Annie. Se
situó al lado de ésta y cruzó los brazos sin emitir sonido alguno.
- Me
dijeron que eras parco en palabras – dijo Annie sin perder de vista los campos –
Kei me dijo que tenías a los elfos del plano de Acilia de tu parte. Brillas por
su fuerza.
Ytuki,
sin cambiar el semblante, dejó escapar
una pequeña risa entre dientes.
- Sin
embargo – dijo al fin – prefiero saber cómo se libran de esos elfos invocadores
de Emrakul.
Annie
se volvió hacia Ytuki. Vio una sonrisa retorcida bajo su capucha de hechicero
errante. Empezó a desconfiar en su poderío desde aquel momento.
Mientras,
en las arenas de batalla, Jumler defendía su poderío con criaturas
invocadores especiales para generar lo más pronto posible a Emrakul y ganar a Maikol, que
había sido el primero en saborear la furia desorbitada del campeón hechicero.
El ejército de Boros que dominaba Maikol poco duró ante la devastación de
Emrakul y sus elfos sirvientes.
En otro
lado, el joven Ángel volvía a enfrentarse a Taiga. Su azote nigromante de
Erebos no pudo vencer al crecimiento masivo de los fragmentados y cayó
derrotado con facilidad.
En el
último campo, Keitaro se enfrentó a una horda desconocida. Un ejército de
fichas con Sorin como aliado. Kike, su controlador, gozaba de experiencia y
estilo a pesar de ir con un batallón sencillo (como dijo él mismo) Keitaro, en
cambio, recurrió a la chispa que tanto se empeñaba en crear… Algo que le valió una victoria fulminante en
escasos 4 turnos pero no pudo resistir el azote truculento de Sorin y sus
criaturas crecidas en ataque…
- Me
sorprende Keitaro – dijo Ytuki a Annie – Si obtiene la iniciativa, no se le
puede parar.
- Algún
día volveré a dominarlo – dijo Annie. Ambos estaban sentados en la loma –
Dominaré el control y evitaré que su creciente poder le nuble la vista.
En la
segunda ronda, Keitaro se enfrentó a Ángel que experimentó con un raro ejército
Gruul ante las llamas puras del otro. El resultado a favor se decantó por
Keitaro y el joven luchador hincó la rodilla ante un furioso señor del fuego…
Jumler
luchó (con un susto) ante los fragmentados de Taiga que poco podían hacer ante
el apabullante dominio de aquella barbarie…
Por
otro lado, los también amigos Maikol y Kike se enfrentaron con la sorprendente victoria
de Maikol sobre el dominador de fichas y aliado de Sorin. Ésta vez, Boros pudo
resarcirse de la derrota ante Emrakul.
- Todo
encaja – dijo Ytuki – Sería interesante ver si el segundón puede ante el
campeón.
- No me
parece que eso vaya a suceder – dijo Annie
Al cabo
de un momento, los planos volvieron a cambiar y situaron a Keitaro y a Taiga en
Aural, tierra de vientos, a Maikol y Ángel en Oseah, tierra de huesos y a
Jumler y Kike a las llanuras de Vitra.
Mientras
en Vitra, Kike intentaba resistir con un ejército realmente formidable de
Jumler, Maikol sufría ante un creciente Ángel que había recuperado el poder oscuro
de Erebos y Keitaro mostraba sus cartas para dominar a los fragmentados de Taiga,
Hiverstone (Piedra de la colmena) Un vestigio del pasado en un intento de
controlar a los fragmentados diseminados por los planos y reinos conocidos.
Kike y
Maikol cayeron ante el férreo marcaje y dura batalla contra Jumler y Ángel,
respectivamente. Mientras, Taiga se debatía entre la derrota y la victoria
cuando Keitaro no consiguió más que tierras. Acabó por invocar a su más fiero fragmentado
(Megantesco) pero haciendo acopio de todo su poder de fuego, la incineró cuando
se disponía a iniciar el ataque. Unos cuantos turnos más y con Hiverstone a su
lado hicieron que Keitaro pudiera vengarse de los despiadados fragmentados de Taiga.
Con
Jumler como ganador, Keitaro se quedó a las puertas de la victoria. Taiga le
siguió como tercero. Kike, Maikol y Ángel cerraron la clasificación de este
evento.
- No
tengo más que ver aquí – dijo Ytuki y se marchó. Annie llegó a ver como una
decena de elfos se fueron con él. Ni los había sentido, estaban camuflados
completamente con el bosque de su alrededor.
Annie
se volvió hacía los participantes que volvían a la loma con cierto desasosiego.
¿Qué pretendía Ytuki observando tanto? ¿Por qué el maestro constructo no hizo
aparición? Jumler acababa de ganar de nuevo manteniendo su trono pero la
disputa vivida entre Taiga, Keitaro y los demás abría más el abanico de
pretendientes…
- Estos
combates nos volverán locos – le dijo a Jumler cuando se fueron alejando de los
demás.
- Tú
eres especial, tus ejércitos y tu control dependen de ti misma, no de los demás
– le dijo.
- Si yo
no soy el problema – dijo Annie, agarrándole del brazo – Pienso que los demás
se esfuerzan mucho más si tú estás presente.
Jumler,
se liberó de su brazo con delicadeza y le dijo:
- Lo
que está por llegar, llegará. Si lo previenes, sólo lo alargarás. Lo mejor es enfrentarse
a ello.
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Annie, Maestra mental en el plano de Malil |
Annie
se quedó de una pieza y antes de que todos cambiasen de plano se dirigió a
Keitaro.
- Kei,
ten cuidado
- ¿Por?
– Estaba muy magullado de sus batallas con Kike y Taiga – Intento ser rápido
Hizo un gesto - Éstas
heridas no son gran cosa…
- Lo
sé, lo sé, pero… - y le susurró al oído – No solo debes temer al maestro
constructo. Ytuki puede ser temible…
Con una
mirada fija se despidieron ambos. Keitaro ya conocía a Ytuki, pero no sus
nuevas amenazas… Y algo debía cambiar. Para siempre.
Keitaro
anunció su retirada temporal hasta unos eventos después aludiendo a problemas
en su plano y Jumler aún seguía muy pensativo en su retirada. Annie también
dijo que se tomaría un tiempo de descanso.
De los
más veteranos solo quedó Taiga que volvió a su laboratorio a experimentar con
nuevos y extraños fragmentados para dar algo más sorprendente a sus
adversarios. Al resto le invadieron las ganas de conseguir la victoria. Sobre
todo estaban mucho más emocionados por la retirada de los 3 grandes
combatientes los próximos eventos.
Pero no
sabían lo que dos maestros en sus planos, podían ser capaces de provocar (y
masacrar) a los más confiados y osados.
Y la
nube maléfica volvió a brotar días después…