Estoy trabajando en renovar el blog por un blog de relatos y personalizaciones de MTG. Los eventos volverán más adelante. Discupad las molestias.

domingo, 19 de enero de 2014

Saga Hechicera - Última oportunidad

Saga Hechicera - Última oportunidad (EPU VIII)

Annie se subió a la loma del alto Vita a contemplar los campos de batalla de Malil. Esta vez Jumler se enfrentaría de nuevo a los que osaron arrebatarle su liderazgo en el plano.

- ¿Sigues en las sombras, Ytuki? – dijo la hechicera
Un hechicero alto y delgado salió de la sombra de unas rocas detrás de Annie. Se situó al lado de ésta y cruzó los brazos sin emitir sonido alguno.
- Me dijeron que eras parco en palabras – dijo Annie sin perder de vista los campos – Kei me dijo que tenías a los elfos del plano de Acilia de tu parte. Brillas por su fuerza.
Ytuki, sin cambiar el semblante,  dejó escapar una pequeña risa entre dientes.
- Sin embargo – dijo al fin – prefiero saber cómo se libran de esos elfos invocadores de Emrakul.

Annie se volvió hacia Ytuki. Vio una sonrisa retorcida bajo su capucha de hechicero errante. Empezó a desconfiar en su poderío desde aquel momento.

Mientras, en las arenas de batalla, Jumler defendía su poderío con criaturas invocadores especiales para generar lo más pronto posible a Emrakul y ganar a Maikol, que había sido el primero en saborear la furia desorbitada del campeón hechicero. El ejército de Boros que dominaba Maikol poco duró ante la devastación de Emrakul y sus elfos sirvientes.

En otro lado, el joven Ángel volvía a enfrentarse a Taiga. Su azote nigromante de Erebos no pudo vencer al crecimiento masivo de los fragmentados y cayó derrotado con facilidad.

En el último campo, Keitaro se enfrentó a una horda desconocida. Un ejército de fichas con Sorin como aliado. Kike, su controlador, gozaba de experiencia y estilo a pesar de ir con un batallón sencillo (como dijo él mismo) Keitaro, en cambio, recurrió a la chispa que tanto se empeñaba en crear…  Algo que le valió una victoria fulminante en escasos 4 turnos pero no pudo resistir el azote truculento de Sorin y sus criaturas crecidas en ataque…

- Me sorprende Keitaro – dijo Ytuki a Annie – Si obtiene la iniciativa, no se le puede parar.
- Algún día volveré a dominarlo – dijo Annie. Ambos estaban sentados en la loma – Dominaré el control y evitaré que su creciente poder le nuble la vista.

En la segunda ronda, Keitaro se enfrentó a Ángel que experimentó con un raro ejército Gruul ante las llamas puras del otro. El resultado a favor se decantó por Keitaro y el joven luchador hincó la rodilla ante un furioso señor del fuego…

Jumler luchó (con un susto) ante los fragmentados de Taiga que poco podían hacer ante el apabullante dominio de aquella barbarie…

Por otro lado, los también amigos Maikol y Kike se enfrentaron con la sorprendente victoria de Maikol sobre el dominador de fichas y aliado de Sorin. Ésta vez, Boros pudo resarcirse de la derrota ante Emrakul.

- Todo encaja – dijo Ytuki – Sería interesante ver si el segundón puede ante el campeón.
- No me parece que eso vaya a suceder – dijo Annie

Al cabo de un momento, los planos volvieron a cambiar y situaron a Keitaro y a Taiga en Aural, tierra de vientos, a Maikol y Ángel en Oseah, tierra de huesos y a Jumler y Kike a las llanuras de Vitra.

Mientras en Vitra, Kike intentaba resistir con un ejército realmente formidable de Jumler, Maikol sufría ante un creciente Ángel que había recuperado el poder oscuro de Erebos y Keitaro mostraba sus cartas para dominar a los fragmentados de Taiga, Hiverstone (Piedra de la colmena) Un vestigio del pasado en un intento de controlar a los fragmentados diseminados por los planos y reinos conocidos.

Kike y Maikol cayeron ante el férreo marcaje y dura batalla contra Jumler y Ángel, respectivamente. Mientras, Taiga se debatía entre la derrota y la victoria cuando Keitaro no consiguió más que tierras. Acabó por invocar a su más fiero fragmentado (Megantesco) pero haciendo acopio de todo su poder de fuego, la incineró cuando se disponía a iniciar el ataque. Unos cuantos turnos más y con Hiverstone a su lado hicieron que Keitaro pudiera vengarse de los despiadados fragmentados de Taiga.

Con Jumler como ganador, Keitaro se quedó a las puertas de la victoria. Taiga le siguió como tercero. Kike, Maikol y Ángel cerraron la clasificación de este evento.

- No tengo más que ver aquí – dijo Ytuki y se marchó. Annie llegó a ver como una decena de elfos se fueron con él. Ni los había sentido, estaban camuflados completamente con el bosque de su alrededor.

Annie se volvió hacía los participantes que volvían a la loma con cierto desasosiego. ¿Qué pretendía Ytuki observando tanto? ¿Por qué el maestro constructo no hizo aparición? Jumler acababa de ganar de nuevo manteniendo su trono pero la disputa vivida entre Taiga, Keitaro y los demás abría más el abanico de pretendientes…

- Estos combates nos volverán locos – le dijo a Jumler cuando se fueron alejando de los demás.
- Tú eres especial, tus ejércitos y tu control dependen de ti misma, no de los demás – le dijo.
- Si yo no soy el problema – dijo Annie, agarrándole del brazo – Pienso que los demás se esfuerzan mucho más si tú estás presente.
Jumler, se liberó de su brazo con delicadeza y le dijo:
- Lo que está por llegar, llegará. Si lo previenes, sólo lo alargarás. Lo mejor es enfrentarse a ello.
Annie, Maestra mental en el plano de Malil

Annie se quedó de una pieza y antes de que todos cambiasen de plano se dirigió a Keitaro.
- Kei, ten cuidado
- ¿Por? – Estaba muy magullado de sus batallas con Kike y Taiga – Intento ser rápido 
Hizo un gesto - Éstas heridas no son gran cosa…
- Lo sé, lo sé, pero… - y le susurró al oído – No solo debes temer al maestro constructo. Ytuki puede ser temible…

Con una mirada fija se despidieron ambos. Keitaro ya conocía a Ytuki, pero no sus nuevas amenazas… Y algo debía cambiar. Para siempre.

Keitaro anunció su retirada temporal hasta unos eventos después aludiendo a problemas en su plano y Jumler aún seguía muy pensativo en su retirada. Annie también dijo que se tomaría un tiempo de descanso.

De los más veteranos solo quedó Taiga que volvió a su laboratorio a experimentar con nuevos y extraños fragmentados para dar algo más sorprendente a sus adversarios. Al resto le invadieron las ganas de conseguir la victoria. Sobre todo estaban mucho más emocionados por la retirada de los 3 grandes combatientes los próximos eventos.
Pero no sabían lo que dos maestros en sus planos, podían ser capaces de provocar (y masacrar) a los más confiados y osados. 

Y la nube maléfica volvió a brotar días después…

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