Estoy trabajando en renovar el blog por un blog de relatos y personalizaciones de MTG. Los eventos volverán más adelante. Discupad las molestias.

miércoles, 25 de junio de 2014

Evento PU XIX - Saga Hechicera "Rozando la gloria" - 21 de Junio

Hey.
Tras el XIX Evento Pick Up del pasado sábado 21 de Junio en la tienda GenX Puebla a las 17:00, los resultados son los siguientes. Un buen evento.
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Clasificación del evento

1. (M) Maikol (6 puntos)
2. (K) Keitaro (5 puntos)
3. (T) Taiga (5 puntos)
4. (An) Ángel (4 puntos)
5. (L) Lemos (3 puntos)
6. (A) Annie (2 puntos)*
7. (Y) Yago (3 puntos)
8. (J) Jorge (1 punto)

*Annie obtiene el puesto número seis al quedar Keitaro en mejor posición que Taiga.
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Resultados de las partidas
Torneo eliminatorio suizo
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Los nombres están abreviados por sus iniciales  //  En negrita los ganadores
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 1º ronda
Y - M 0-2
T -  J   2-0
A -  L   2-0
K - An  2-0
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2º ronda
M - T  2-1
A - K  0-2
Y - J    2-1
An - L 2-1 *[desempate por azar]
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3º ronda
M- K 2-1
T- Y 2-1
A - An 0-2
L - J 2-0
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Clasificación general
Nombre [nº de eventos-nº partidas totales] X puntos (Victoria 1pto) (Victorias-Derrotas)

1- Taiga [19 - ] 73 puntos 
2- Keitaro [19 - ] 55 puntos
3- Maikol [11 - ] 43 puntos
4- Ángel [11 - ] 42 puntos
5- Jumler [8 - ] 34 puntos
6- Annie [8 - ] 22 puntos
7- Lemos [5 - ] 12 puntos
8- Eloy [4 - 27] 12 puntos
9- Arkarian [2 - ] 10 puntos
10- Ciervo [5 - ] 8 puntos
11- Kike [1- 9] 5 puntos
12- Erebos [1 - 9] 4 puntos
13- Yago [2 - ] 3 puntos
14- Jorge [2 - 14] 2 puntos
15- Luis [1 - 4] 0 puntos
16- Seth [1 - ] 0 puntos
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1ª ronda.

-Tienes buena cara- Dijo el soldado a la telépata.
-Vete a pastar; no he dormido nada, y tú pareces un zombi- Contesta Annie, irritada.
-De eso tú entiendes, eh. Te rodeas de ellos como si fueran tus iguales, ¿es porque hoy estás demasiado cansada para concentrarte en disipar ideas?- El soldado ríe.
Keitaro apunta con un dedo a Mikla y le lanza una china.
-Deja en paz a la señorita, soldadito- Keitaro la ama, y quiere dejar claro al joven armado que tendrá que cruzar un infierno de magma y llamas antes de poder dañarla.
-¡Puedo defenderme sola!- Ella agradece su afán de protegerla, pero sabe que fuera de la liga donde se reúnen para prepararse como caminantes, cada uno se enfrenta a sus propias batallas.
 El soldado se estira y ajusta sus sables al cinto. -Chicos, sois adorables. Me encantaría quedarme y nadar en este mar de arcoiris y malvavisco, pero mi primer oponente de hoy me espera- Se da la vuelta y marcha en silencio. 
Mientras se acerca a la zona rocosa donde va a tener lugar su enfrentamiento contra Yago, estornuda. -Es imposible que me haya resfriado, alguien debe estar hablando de mí- Piensa.

La voz del señor de los fragmentados resonaba entre pantanos, bosques y llanuras.
-¡Bicho malo, te has librado de mí por ahora!- Con el puño alzado, Taiga se dirige a su archienemigo, sabiendo que se sentirá amenazado, esté donde esté. 
Dirige su mirada a Jorge, su rival en esta ronda, y la batalla da comienzo.

Ángel estaba esperando a Keitaro en un bosque denso, de riachuelos estancados, y con altares antaño utilizados para ritos oscuros. 
-¡Vamos a empezar ya, que me aburro!- 
El tono de voz y el ánimo aun pueriles del niño encapuchado contrastan sobremanera con el tétrico aspecto de la escena.

Cerca de ese bosque, en las ruinas de una ostentosa metrópolis, Lemos espera a Annie, leyendo libros sobre las leyes por las que ahí antes se regían los hombres.
-Un niño,  con el sueño que tengo. Qué ganas- Pensar con sarcasmo quizá de un enfoque más activo a los procesos mentales de la hechicera.

2ª Ronda.

De vuelta al punto de encuentro, Annie y Keitaro reciben instrucciones de enfrentarse. 
Annie se adelanta -Que no se te ocurra. Estamos aquí para esto, venimos por nuestro propio pie, salimos por nuestro propio pie-
-Sabes que no me gusta hacerte daño...- Aunque sabe que es capaz de plantar cara como la que más, a Keitaro no le convence ser quien pone a prueba el aguante de Annie.

Jorge y Yago se cruzan por casualidad en un terraplén, volviendo al punto inicial, cuando aun no saben que les toca enfrentarse. Ni se percatan de la presencia del otro. Entonces escuchan el primer chasquido de maná del combate entre Annie y Keitaro, sucediendo en el mismo punto de encuentro. Eso quiere decir que los combates ya han sido anunciados. Se miran, se encogen de hombros, preparan sus hechizos ahí mismo.


Ángel se acerca, cual espectro en su túnica negra, a Lemos, que aun está en las ruinas, buscando algún conocimiento que le pudiera haber dado la victoria.
Ángel inicia la conversación -No nos han dado tregua- -¿Por qué iban a hacerlo? No por ser niños- Piensa el devoto demoníaco.
-Habla ahora que puedes, no voy a dejar que funcione un solo conjuro que pronuncies- Lemos va directo a la cuestión.

Taiga sube jadeando y a toda prisa la ladera de la montaña en la que Mikla le espera meditando con la ropa chamuscada, y el torso al descubierto por el ígneo combate anterior.
-¡Aquí estás, bicho malo, mis avatares de la naturaleza claman venganza, y esta vez no vas a tener tanta suerte!, mis nuevos aliados son ANTImaleficio, ¡No los vas a suprimir!- El enfrentamiento del día anterior dejó mal sabor de boca al señor de los fragmentados.
-Señor de los fragmentados. Creo haber olvidado por qué ostentas ese título, querido amigo. Quizá ese brazo de insecto debería ser un ramo de flores. ¡DAME TU MEJOR GOLPE!- Desenvaina sus dos sables mientras carga y el tatuaje en su espalda comienza a brillar cual rubí.

3ª ronda.

 Taiga se dirige al bosque más cercano. Necesita sentir los árboles que en la cima de la montaña no había. El olor a musgo y el sonido de las hojas meciéndose en el viento lo tranquiliza. No por mucho tiempo, Yago aparece al poco tiempo acompañado de algunas criaturas que habitan cerca. Taiga, entonces, decide convocar a su viejo enjambre. Quizá volver a sus orígenes le beneficie.

De vuelta en el bosque oscuro, Annie y Ángel deciden que su duelo será en ese lugar, donde ambos podrán poner a prueba sus hechizos cómodamente. A la mujer le divierte la forma de ser del niño, con un contraste entre su personalidad y sus capacidades para la magia. Ángel sólo quiere consumir las criaturas que Annie seguramente lance al ataque, y alimentar con ellas a los seres demoníacos que tan entretenidos le resultan. 
Altares de ritos oscuros. Pueden ser utilizados como portales de invocación de las criaturas de ensueño de Ángel. Annie puede hacer uso del cúmulo de descomposición y energía negativa del lugar, como aprendió de los Golgari en la subciudad. 
Sin duda, es un lugar cómodo para ambos.

Lemos y Jorge parecen tener alguna cuenta pendiente. Los dos están poniendo todo su empeño en desbaratar los planes del otro. ¿Rivalidad? ¿Algún reto mutuo entre hechiceros jóvenes? Esta intensidad sólo se puede apreciar en las miradas de ambos contendientes. Si se les observa durante un largo rato. El campo de batalla es a las afueras de un poblado, pero los habitantes aun no se han percatado de la cantidad de energía que está fluyendo tan cerca. La magia de Lemos la está dispersando y anulando de tal manera que no hace ni un ruido. Una batalla silenciosa.

-He oído la derrota de Taiga desde abajo- Keitaro se dirige hacia Mikla , acercándose por lo que ahora es una estepa calcinada.
-Sigue queriendo honrar a la naturaleza y aprovecharse de su vasto poder. Pero tú y yo sabemos que ese hombre-insecto tiene un lugar. Y no es en los bosques, entre gorilas. Es en la colmena. ¿Sabes?, hace unas horas esto estaba escarpado y las rocas eran puntiagudas- El espadachín envaina sus sables y se acerca para estrechar la mano del hombre que empieza a encontrar su lugar entre los victoriosos. 
-El que gane este duelo será el vencedor. Y ya va siendo hora de que sea mi turno de triunfo. No flaquearé.- Keitaro está repleto de ambición y decisión, siendo el más veterano en los encuentros, es el que más ganas tiene de obtener el visto bueno de los ángeles que los organizan.
-No espero menos- Mikla dibuja un círculo en el suelo a su alrededor, para concentrarse.

 Resumen de la batalla por el primer puesto

Los jueces angelicales deseaban ver el duelo del que saldría el vencedor, y posaron su mirada en la cima de la montaña que después se conoció como el Caparazón Pulido, disparando rayos de luz sobre el campo de batalla de entre un cielo cubierto de humo y nubes densas.
La primera batalla fue una masacre. Keitaro acabó con Mikla , que apenas podía articular una palabra mientras los caballeros del ejército de Keitaro cargaban contra él, directa y efectivamente. Mikla pensó demasiado, y actuó poco. La velocidad de reacción es clave en la batalla.
La segunda fue un despliegue militar en el que los compañeros de Mikla mostraron superioridad gracias a la supresión efectiva por parte de Mikla sobre las fuerzas oponentes.
El cansancio físico era notable en ambos. Y el nivel de exigencia era máximo a la hora de planificar las estrategias a seguir. 
Mikla apenas podía sostener las armas en alto. Concentró sus energías y prendió llamas a su círculo. Abrasaría a Keitaro, en cuanto este terminara de planificar. -¿Vas a seguir dejando que apunte a tu cara mientras planificas tu estrategia?- se preguntaba seriamente qué tramaba Keitaro al demorar tanto el comienzo del combate.
-Estoy listo, lento pero seguro- había perdido mucho tiempo planificando, Mikla le llevaba una gran ventaja en opciones a seguir.
Tras embates intercambiados entre soldados y caballeros, en los cuales Mikla hizo uso de su ventaja previa, Keitaro conjuró un encantamiento oscuro sobre el último caballero de su lado. Después de que este llevara a cabo su ataque, Keitaro lanzó una maldición sobre su rival y sobre sí mismo, obligándolos a sacrificar a sus aliados a cambio de mantener su esencia vital. No dudó en sacrificar a su caballero, haciendo efecto el ritual oscuro, mermando aún más la energía vital de Mikla, que únicamente sacrificó a un soldado, quedando a punto de derrotarlo, y recuperando un poco sus propias energías. Con todos los recursos de Keitaro agotados, Mikla, con la ayuda de su madre adoptiva, envió a su soldado más fiel a la carga, y arrojó sus últimos relámpagos, obteniendo la victoria.

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-¡No muestras piedad, ni siquiera por compartir la gloria!- Keitaro hablaba con Mikla tras haber recobrado el conocimiento.
-No faltaría a tu honor de esa manera, Kei. Perseverar es lo único que acabará por darte una victoria. Y ninguna victoria por compasión es digna de considerarse victoria. De todos modos, estamos juntos en esto: vencemos y somos vencidos todos por igual. Esto es sólo el principio de algo más grande. Algo aun por encima de nosotros. Tú me lo dijiste.-

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